7 de abril de 2009

Ni siquiera sé si no sé nada

Me paso todo el día esperando recibir tu respuesta. Desesperada busco señales de vida tuyas y se me atonta la mirada, mi voz coge un dulce sonido y sucede en mayor de los sucesos: me enamoro. Pero vamos por partes. No sabes nada. No sabes que va a suceder, no sabes como es él realmente, ni como le gustan los huevos, si fritos, a la plancha o revueltos. No tienes ni idea de lo que piensa, de si ya tiene su vida hecha o si te está esperando a que la hagas tu. No sabes qué busca, lo que le gusta y lo que le disgusta. No entiendes ni te ha explicado por qué sucedió tal cosa, o por qué dejó que sucediese. Tampoco sabes de su pasado ni de su idea del futuro. Ni siquiera que es lo que sabe él de ti. Ni tan solo sabes sí sabe él lo que tu sientes por no saber todo esto. Solo sabes que no paras de pensar en él.

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