27 de agosto de 2011

Semilla en la tierra.

Duele, la vida como un puñal hay veces que duele. Y nada tiene que ver con tu boca, que hecha para besar hay veces que muerde, que anuncia cordura y a veces se vuelve loca. Y duele porque la piel no es materia inerte, y duele porque el querer es dolerse a veces.
Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla. Y nada tiene que ver con el aire, que mueve tu ropa en noches de luna escueta, que aprieta suelta y evoca y me enloquece, y tiembla por los latidos que tu provocas y también porque el querer es temblar a veces.
Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas, y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas. Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras contra la última frontera: la que separa el mar del cielo, del color de tus maneras. La que me lleva a la guerra, a ser semilla en la tierra.
Y no me pidas tanto, corazón, que tengo poco aire en el pulmón. Lo que tengo es un castillo en el cielo. Si viene la guadaña a mi rincón enjuágame la frente en tu sudor y le das un beso a todos si me muero...
Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe. Y nada tiene que ver con el tiempo. Se ríe porque para ella somos tan leves como el humo azul que del pudor se desprende. Y ríe porque tu llanto se lo merece y también porque el querer es reírse a veces.
Vive, la vida por compasión hay veces que vive. Y nada tiene que ver con la muerte. Y cuando llegue ese instante déjame verte, que no hay mayor libertad que tenerte enfrente y que nadie sea absuelto por que quererse y vive porque el querer es vivir con creces.
Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas, y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas. Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras contra la última frontera: la que separa el mar del cielo, del color de tus maneras. La que me lleva a la guerra, a ser semilla en la tierra.
Y no me pidas tanto, corazón, que tengo poco aire en el pulmón. Lo que tengo es un castillo en el cielo. Si viene la guadaña a mi rincón enjuágame la frente en tu sudor y le das un beso a todos si me muero, y le das un beso a todos si me muero...
Y si todo es semilla no me dolerá la astilla que sangran de mi costado. Tus andares de chiquilla, y no me digas nada, déjame a mi en mi ventana con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas.