30 de abril de 2009

Amistad a primera vista

Da la curiosidad que nunca he creído en el amor a primera vista. Me suena tan superficial y poco creíble, ya que no puede ser considerado "amor" a un sentimiento florecido por el simple hecho de una atracción física al ver a un ser del sexo opuesto que "te entra pos los ojos" como bien dice la expresión. Pero en lo que sí creo es en la amistad a primera vista. En un acontecimiento tan importante como el cumpleaños de María, tras serme presentada unas chicas malagueñas preciosas, descubrí que esas miradas me pedían alimentar una conversación, absorbiendo cada sonrisa y creando un día que fuese único. Unos mojitos y un aparatito que detectaba cuando las mentiras de la gente, nos dio el deseo por que la confianza llegase a un nivel más alto... y después de las predicciones en las que os quedabais conmigo, me disteis el cariño que como persona que tarda meses en tenerla, en una noche se lo arrebatamos de las manos a la vida, ansiosa de marcar ese momento, el inicio de una amistad que será lo más infinita posible. Una dulce rubia, que tras diferentes situaciones, lo dimos todo por demostrar lo complementadas que nos sentíamos la una con la otra. Supongo que el amor a primera vista es una pegatina, pero la amistad se siente desde el primer momento en el que tu instinto te avisa que quien te mira, será una persona especial en tu vida. No tengo pruebas para afirmar este síntoma psicológico, aunque lo único que puedo admitir es que esta vez mi instinto no ha fallado, sino que gracias a él he conseguido encontrar un corazón puro con el que seguir el arduo camino de la vida.
Esther, ¿crees en la amistad a primera vista? Yo sí, tanto como creo en ti :)

19 de abril de 2009

Risiitas con seriedad

Viendo que nos quedaba una larga tarde por delante, mi emperatriz Beatriz y yo empezamos a tocar temas ya serios para tal hora. No sé cómo lo hacemos, pero cada vez que hablamos, nuestra opinión va a la par, y es algo que me encanta. Contándole mi nueva alegría tras volver a tener cerca a esas personas importantes para mi y que ya no iba a dejar que nada me negase el ver a mis diferentes amistades (dándome cuenta de ello gracias a mis pequeñas risitas). Así adjunto las palabras textuales de mi risitas: "Por encima de como me puede caer una persona está la amistad (...) es normal que si tu amiga se va con alguien que a ti te cae mal o no todo lo bien que te debe de caer, ¡te pique un poco! Pueden llamarse celos de amistad... no sé. Pero lo mejor es separar las cosas y basar tu vida en lo esencial. Y la amistad es una de esas cosas". En la amistad, no todo es bonito. Pero es parte de la relación, si un amigo te importa de verdad, te pones celosa por el temor a que prefiera la compañía de esa persona que no te cae bien a la tuya. Pero tienes que valorarle de verdad y hacer ese esfuerzo por tu amigo, dar tu brazo a torcer y como persona libre que es, dejarle que disfrute y sea feliz también con otras personas. Y para acabar, en lo que risitas y yo coincidimos, la palabra misma lo dice... amistad. Y no puedo omitir este futuro acontecimiento: esta noche, la palabra amistad será demostrada con creces ante esas personas tan importantes para mi, eso es lo que espero. ¡¡Felicidades Maria!!

18 de abril de 2009

Algo más que una cara.

La ingeniera flamenca Virginie Claes fue elegida la mujer más guapa de Bélgica por un jurado y las audiencias de las cadenas de televisión belgas VTM (flamenca) y RTL-TVi (francófona). Claes, de 23 años, recibió anoche la corona de "Miss Bélgica" de manos de Tatiana Silva, que se llevó el premio el año pasado, informó hoy el diario "De Standaard". La recién graduada ingeniera, que recibió un coche y muchos otros regalos, aseguró que "el éxito está reservado para aquellos que trabajan mucho", cosa que tendrá que hacer en los próximos meses como nueva embajadora de Bélgica. "Va a ser un año muy intenso y conoceré a mucha gente interesante", dijo Claes, quien consideró la elección como su primera entrevista de trabajo, dado que supone muchos compromisos. He de admitir que no la considero una mujer con una belleza espectacular, ya que tengo el placer de conocer a un número de habitantes belgas que son preciosas. Pero hay que considerar el mérito que tiene y el gusto de que no solo sea una cara y un culo bonito, sino también una tía con coco.

12 de abril de 2009

Soleado, en mis ojos.

No solos conscientes de efecto que produce las numerosas horas de sol de las que disfrutamos nosotros, los españoles.
Ni si quiera yo soy consciente de ello aunque siempre diga que mi sueño es vivir en el lluvioso país de Bélgica.
Pensad: tener que salir de tu casa todos los días viendo el gris cielo crujiendo sobre tu cabeza, preguntándote ¿lloverá hoy también? Te acabas de secar el pelo, y te vas puesto ese nuevo vestido que tanto te gusta, pero empieza a llover y tienes que ir al colegio en bicicleta. Todo está húmedo y frío. Tu posas las yemas de tus dedos en tu mejilla, están más frías que nunca.
Y esperas a que se dispersen las nubes, ves como se mueven lentamente y deseas que dejen un hueco al sol para que sus rayos rocen tu piel, dándole un como más de color al día.
Pero lo que más despierta mi curiosidad y mis ansias de conocer es la gente. Su bajo nivel sonoro a la hora de hablar, tan firmes y poco expresivos, como si la falta de sol les hubiera chupado el sentir... como si las nubes fuese su manta de la desesperación.
Y aun así, me encanta. Ver desde los enormes ventanales de cristal (cosa que en España estarían atrofiados por el blanco color de las rejas) el gran paisaje verde que obtienen los jardines. Las preciosas calles llanas, limpias y tranquilas por las que puedes montar en bicicleta mientras paseas por las preciosas calles disfrutando del precioso paisaje rural, o incluso urbano. Esos acogedores café's donde mis graciosos amigos y yo íbamos. Ese super centro comercial de 250 tiendas donde mis dulces amigas y yo íbamos a perdernos...
Pero ya no solo es todo lo material, sino también la gente. Aunque se vean fríos desde fuera, corre por sus venas la sangre más caliente. Su exquisita educación me fascina y me abruma a la vez, su manera de comportarse a veces tan vergonzosa y otras tan vivaz, su nivel de cultura, su historia, sus comidas, su sentido de la ecología, su poca importancia a la vestimenta, su desprecio hacia la salsa rosa... todo y cada una de sus partes con las que me siento identificada.
Sí, este verano necesito disfrutar un poco más de él, ya echo de menos a mi triste y gris país.

9 de abril de 2009

Todavía sin saber muchas cosas

Me encanta que poco a poco sepa más de ti. Hay cosas que sigo sin saber. Hay muchísimas cosas por las que me muero de la curiosidad por preguntarte y por que me cuentes. Sé que eres una persona muy ocupada, pero si estoy segura de una cosa es que sé que si llegase a ser esa persona importante para ti, haría lo que fuese para que esto se volviese rutina. Eres lo bueno de las dos partes. Lo bueno del ying, y del yang. Y aunque te vea perfecto, necesito ver esa parte tuya que no lo es, esa parte que no me gustará para así enamorarme de ella y poder decir que te conozco un poco más que los demás. Consigues que mi tristeza sea mi pasado y mi alegría mi presente; que mi futuro dudoso pase de un temor a una duda que ya se resolverá. Y como la música es nuestra vida, nos enseña que tu y yo tenemos que compartir la misma, como esa canción que consigue hacernos de nuevo reír. Con el tiempo cada vez consigo más respuestas, pero aumentan las preguntas, y sobre todo aumenta mi temor por no volverte a ver. Tiempos malos y buenos, tiempos fríos y calurosos, pero siempre han sido tiempos en los que me acordaba de ti. Intento que veas como soy, que quieras esto tanto como yo. Quiero que todo salga como queremos. No sé si harás ese esfuerzo, pero yo necesito luchar por que me des esa oportunidad. La siguiente vez que te vea, ¿me devolverás ese abrazo?

Desesperadamente... feliz

Volví a soñar contigo. No te buscaba, y aun así siempre aparecías en el mejor momento, en el más oportuno. Siempre estabas ahí hablándome como si no pasasen las horas desde la última vez que estuvimos en contacto, y eso me encanta. A veces me asusta, por el temor de no ser otra estúpida más que confunde el amor con el cariño, pero es que no puedo disimular que cada vez que pienso en ti, mi vida se vuelve más fácil. Que cuando veo una película de amor pienso en lo bonito que es tenerte a mi lado de nuevo, y no la falsedad que sentía en esas palabras del hombre hacia la mujer. Gracias a tu interés y dulzura has conseguido que sienta como mis piernas antes temblorosas, pisen fuerte sobre el duro asfalto, y poder correr todo lo que haga falta para caer, pero esta vez en tus brazos. Quiero cruzarme con tu mirada pícara y que esconde tanto amor, pedirte que esa sonrisa sea esbozada porque te percatastes de mi presencia, que me pidas mi mano para correr juntos y no perderte, esta vez no. Pero necesito que me des esas razones, que me prometas que no soltarás mi mano, no dejarás de besar mis labios y no fijarás tus ojos en otro lugar que no sean los mios. Te lo daré todo, haré todo lo que me pidas, pero júrame que no desaparecerás de nuevo jamás.

¿Qué es el Miedo?

El Miedo es una falta de seguridad. Es algo ante lo cual se cree que se está indefenso. Es la incapacidad de enfrentarse a algo que pensamos que nos supera.

En mi caso, el mayor de mis miedos es la Soledad; siempre nos acecha, siempre cerca de nosotros, preparada para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente, como un cruel y vil depredador dispuesto a despedazar a su presa.

La soledad es terrible; cuando menos te lo esperas te encuentras sumergido en ella, observando con impotencia cómo te va consumiendo, hasta tal punto que buscas en cualquier cosa una vía de escape, algo que te haga no enfrentarte a tan temible enemiga.

En multitud de ocasiones, esa vía de escape son los pensamientos. No hay mejor momento del día para analizarlos que la noche, cuando en tu habitación, sólo, donde oscuridad y silencio se hacen uno, desfilan ante ti un amplio abanico de sucesos y acontecimientos pasados, que esperan ser ordenador y sintetizados. Esta síntesis, realizada fríamente, puede ser crucial para determinar muchos de los actos que a posteriori llevarás a cabo.

Los detalles más insignificantes, una palabra, un gesto, una simple sonrisa, pueden darle un giro de 360º a tu vida, tanto para bien como para mal. Son detalles que marcan, que quedan grabados por un largo periodo de tiempo, o, quizás, nunca lleguen a desaparecer del todo, ocupando día tras día, noche tras noche un pequeño hueco de tu mente.

Santiago Silva Pérez.

Jueves, 09 de Abril de 2009

Gracias por tu colaboración y tu tiempo.

Fruits Basket

Tooru: La manera en la que haces las bolas de arroz es espléndida. ¡Asombroso! Estoy sorprendida. Kyo: Naturalmente cocinaba para mí cuando estaba entrenando, pero no siempre es lo mismo el guiso y el sabor. Tooru: Pero creo que cualquiera que se entrenara para hacer bolas de arroz, te envidiaría. Porque lo haces muy bien. Kyo: ¿¡Quién está entrenando para hacer algo así?! ¡Mierda! ¿De dónde sacará ideas como esa? Kyo se va. Tooru piensa en voz alta. Tooru: El hecho de que era impresionante no cambiaba, aunque...¿Por qué no se daba cuenta de ello? Tooru le sigue. Tooru: Ah...podía ser que estubiera colocada en la espalda. Kyo: ¿Qué? Tooru: Por ejemplo, supón que las cosas maravillosas que tiene una persona fuera el umeboshi (ciruela salada) de la bola de arroz, podría ser que esta ciruela estubiera colocada en la espalda... Cuenta la historia de una pequeña bola de arroz. Tooru: Las gentes de todo el mundo tendríamos en la espalda una ciruela de diferentes formas, colores y gustos. Pero debido a que está en la espalda no podríamos ver nuestra propia ciruela. Bola de arroz: Yo no tengo nada...solo soy una bola de arroz blanca. Tooru: Y eso es lo que pensaríamos aunque tubiesemos una ciruela en la espalda. Y es posible que si sentimos envidia por alguien es porque nosotros podemos ver la ciruela que tiene esa persona. Yo también la veo. La veo perfectamente. La espléndida ciruela que hay en tu espalda, Kyo. Yuki es maravilloso y tu Kyo eres maravilloso. Kyo se enfada. Kyo: ¡Pero otra vez! ¡¿Se puede saber de donde sacas esas ideas?! Y además, ¿por qué tiene que ser una ciruela? Tooru: Lo siento, también puede ser salmón. Disculpa, tengo la cena en el fuego. Tooru se levanta decidida a salir de la habitación. Kyo: Oye... Tooru: ¿Sí? Kyo: Tu también la tienes en la espalda... una ciruela. Yo la veo. Tooru: ¿De verdad? Kyo asiente. Kyo: Aunque no creas es una ciruela muy pequeña. Tooru asiente felizmente. Tooru: Me encantan las ciruelas pequeñas. Kyo: ¡Pero es muy muy chiquitina eh! Tooru piensa: Sí, quizás ahora alguien me esté envidiando... tal vez admire algo de mi que yo misma ignoro. Cuando pienso en ello, siento que podría esforzarme un poco, un poquito más. Vuelve mi vena friki...

7 de abril de 2009

Ni siquiera sé si no sé nada

Me paso todo el día esperando recibir tu respuesta. Desesperada busco señales de vida tuyas y se me atonta la mirada, mi voz coge un dulce sonido y sucede en mayor de los sucesos: me enamoro. Pero vamos por partes. No sabes nada. No sabes que va a suceder, no sabes como es él realmente, ni como le gustan los huevos, si fritos, a la plancha o revueltos. No tienes ni idea de lo que piensa, de si ya tiene su vida hecha o si te está esperando a que la hagas tu. No sabes qué busca, lo que le gusta y lo que le disgusta. No entiendes ni te ha explicado por qué sucedió tal cosa, o por qué dejó que sucediese. Tampoco sabes de su pasado ni de su idea del futuro. Ni siquiera que es lo que sabe él de ti. Ni tan solo sabes sí sabe él lo que tu sientes por no saber todo esto. Solo sabes que no paras de pensar en él.

6 de abril de 2009

La primavera ¡la sangre altera!

Sí, amigos míos lectores... está demostrado. Y no solo altera nuestro sistema creándonos esos molestos moquillos en la nariz que no nos dejan en paz, (usad un clinex ¡no la manga!) sino también altera ese órgano tan famoso y que a las niñas nos gusta hablar de él, el corazón. Dice la gente que necesita tener inspiración para escribir, eso es porque no sienten las miles de palabras adecuadas que puede usar para expresar lo que quieren redactar. Aunque nunca una palabra puede describir un sentimiento porque es tan pequeña una palabra y tan grande un sentimiento, que es imposible. Pero como dice Nietzsche, la palabras son metáforas que usamos como medio de lenguaje. Metáforas, la aplicación de una palabra o de una expresión con la intención de sugerir una comparación y facilitar su comprensión, y por ello siento impotencia porque nunca llegaré al sueño de cualquier escritor que ha existido en este mundo, al encuentro de la belleza completa de una poesía, un escrito o una canción, ya que nunca se llegará a ella por el hecho de que nuestro uso de ella solo son metáforas. Pero como no hay mal que por bien no venga, eso nos enseña que la perfección no existe, y que de su existir no sacaríamos nada, ya que sería el punto y final de su búsqueda, y así, el final del escribir. Puedo decirlo más fuerte, pero no más claro. La perfección es la mayor imperfección que existe, y por ello me alegro de ser imperfecta en un mundo de imperfección rodeada de imperfectos que me hacen feliz nunca llegando a la perfección.

5 de abril de 2009

Voy a copiar una pequeña entrada que escribí hace mucho tiempo en el fotolog: ¿Sabéis de qué sensación hablo? Esos pocos segundos que recorre un pequeño escalofrío del nerviosismo al acordarte de ello, que notas un sentimiento entre miedo por el temor a no volver a sentir lo mismo de antes y alegría por saber que lo volverás a sentir dentro de poco… Y cuando lo vuelves a vivir de nuevo te hace sonreír sin que te des cuenta como la última vez…como todas las veces. Incluso te alegras de sentir esos pequeños momentos, porque es cuando te das cuenta de que tu diminuto corazón hace un esfuerzo para estirarse y avisarte de que sigue ahí...de que intenta crecer para que halla más espacio para amarte. Y cierras los ojos intentando que siga ahí unos segundos más…un par de segundos más por favor… Y eso, ESO es lo que siento…. ¿Sabéis de qué sensación hablo? Es la sensación que recorre mi cuerpo cada vez que me abrazas. Te quiero... No te echo de menos, pero no puedo negar que sí echo de menos sentir esos momentos con alguien con el que yo quiera compartirlos.