9 de abril de 2009

Desesperadamente... feliz

Volví a soñar contigo. No te buscaba, y aun así siempre aparecías en el mejor momento, en el más oportuno. Siempre estabas ahí hablándome como si no pasasen las horas desde la última vez que estuvimos en contacto, y eso me encanta. A veces me asusta, por el temor de no ser otra estúpida más que confunde el amor con el cariño, pero es que no puedo disimular que cada vez que pienso en ti, mi vida se vuelve más fácil. Que cuando veo una película de amor pienso en lo bonito que es tenerte a mi lado de nuevo, y no la falsedad que sentía en esas palabras del hombre hacia la mujer. Gracias a tu interés y dulzura has conseguido que sienta como mis piernas antes temblorosas, pisen fuerte sobre el duro asfalto, y poder correr todo lo que haga falta para caer, pero esta vez en tus brazos. Quiero cruzarme con tu mirada pícara y que esconde tanto amor, pedirte que esa sonrisa sea esbozada porque te percatastes de mi presencia, que me pidas mi mano para correr juntos y no perderte, esta vez no. Pero necesito que me des esas razones, que me prometas que no soltarás mi mano, no dejarás de besar mis labios y no fijarás tus ojos en otro lugar que no sean los mios. Te lo daré todo, haré todo lo que me pidas, pero júrame que no desaparecerás de nuevo jamás.

1 comentario:

Unknown dijo...

ES PRECIOSO ... (L)