18 de septiembre de 2009

Y no sé decir que no.

Me moriré esperando a que llegue la respuesta del mundo. Esperaré que la luna me salude cada noche demostrándome que hoy no será ese día. En esta esquina incómoda, en un callejón sin salida. Entre muros oscuros mi alma se pudre esperando de brazos cruzados a que te molestes en dejarte entregar. No me rendiré, sola en esta fría ciudad, sin lugar donde me esperen, ni corazón que me lleve al hogar de la felicidad.
Me hundo en mi propia desesperación, mi cuerpo se consume con el dolor de mis pensamientos y el mundo es como alcohol para mi heridas. Me vuelco, doy todo mi ser a ganar esta batalla, no aprendo nunca que la mejor defensa es un buen ataque, y los pequeños enemigos me comen por dentro rompiendo mi mente. Llueve ahogando mi voz y su poder cada vez que soy consciente que la soledad es mi mejor amiga en este conflicto. Una guerra entre dos, tu y yo, la vida y mi consciente. No dejaré que tus armas consigan acabar con mi fuerza. Ya conseguistes matar a mi inocencia, a parte de mi ingenuidad y con casi toda mi libertad de imaginación, pero no serás capaz de acabar con mi amor por ti, la esperanza por la gente y mi necesidad de soñar con la felicidad. No conseguirás que mis miles de sonrisas dejen de intentar ablandar lo duro que es esto, que eres tu, y que es el dolor. No permitiré que este sufrir acabe en un negro y sucio lugar. Lucharé porque mi experiencia no enriquece a mi desconfianza, sino que me da más fuerzas para seguir creyendo que existen soluciones para finalizar este problema sin matarte. Sin darme cuenta, entre el chispear vuelve la calma. Esta vez huistes, aunque jamás lo entendí, ahora lo veo con claridad. Gané esta batalla, pero gracias a que tu me distes a conocer con otras vidas que sin ser conscientes de ello, son los dueños de mi energía, de la magia que emana de ellos de la que yo me alimento. Y vuelve a llover, pero esta vez el sol brilla en mi mirada. Esta vez las gotas que caen son de alegría y de placer, de poder contar con los dedos de los pies que tu eres quien me ha dado todo lo que hace que tu seas tan bella. Y mañana si llueve será porque me fui a cortar cebollas tras la siguiente batalla. Nada es fácil contigo, pero tu eres la única que ha conseguido que encuentre esas personas que me hacen vivir por ti. Así que a pesar de hacerme sufrir, eres a quien le debo todo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Y mañana si llueve será porque me fui a cortar cebollas tras la siguiente batalla."

Muy bonito Silvia. Sigo leyéndote que engancha :)

Unknown dijo...

Aiiiii muchísimas gracias Álvaro! =D
Sabes que me encanta que me leas! Y que tu opinión me importa :)
Besitos!