14 de septiembre de 2009

Un nuevo dolor.

Sigo buscando mi media naranja, voy de corazón en corazón deambulando con cuidado de manchar de dolor lo mínimo posible con mis zapatos cansados de ir de puntillas. Intento escucharte en esa canción, pero siempre acabo confundiendo tu voz con otra que solo quiere pintar mi mente de mariposas de colores vivos y después llenarla de sapos que se comen esos sueños. Si con el primer sorbo te hubiese encontrado, no seguiría bebiendo.
No tendría la necesidad de correr si no tuviese miedo a perder el tren y tener que esperar de nuevo sola en la estación. Mucha vida por delante pero no es mi forma de vivirla. ¿Por qué esa prisa? Supongo que por el querer tener una vida simple pero feliz. Todos sabemos que las cosas no terminan como en las películas americanas, pero nadie dice que no quisiera que siempre acabase así las historias de su vida.
Sabes que si dices que sí, lo dejo todo. Que las gotas caigan lento, que conozca mejor el asfalto por el que pisamos, pero solo necesito saber que eres tu el último por el que tendré que arriesgar. Me he vuelto una llorona desde que me hicieron derramar la primera lágrima de mal de amores, pero siempre me sentiré orgullosa de demostrar lo triste que me pones cuando el destino no me lleva a tu lado.
Mis nervios prenden con facilidad y consiguen encender la llama de mi locura, pero no tengas en cuenta el medio que uso para descargar mi inseguridad, es solo una manera de escapar del dolor del mundo. No tengo la culpa de ser tan ingenua que siempre me imagino que todos serán comprensibles como yo, y ni tampoco que ellos no sepan que no sé como va esto, pero aun así siempre acabo metiendo la pata y destrozándolo todo.
No me dicen a qué categoría pertenezco, pero espero que a la de risa con un final feliz en la que nadie muere y el único que acaba herido es el diablo de la conciencia que le hizo al malo ser... malo. Solo lo suficiente dolido como para arrepentirse de sus palabras responsables de los actos malvados.
Enséñame a bailar pegados y yo intentaré hacerte feliz con mi mejor sonrisa. No tienes que hacer nada, solo dejarme que te abrace. Sé que te cuesta, pero me cambias la vida con tus pequeñas señales.

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