23 de marzo de 2009

Veel zachjte!

Echaba de menos sentir como volábamos por encima de las nubes, el nudo en el estómago y sentir como mi cuerpo se alejaba del suelo. Pero tanto tiempo sin volar no me sentó muy bien, suerte que la dulce brisa de mi acogedor país consiguió acabar con esa presión que sentía en mi cabeza.
Tras cenar tempranamente en un japonés de bastante glamour, pedí como postre een dame blanche y lo disfruté de él como una niña pequeña.
Llegué a casa de mi tía segunda Mia con una tranquilidad inesperada, pero tras pasar por puerta de entrada, una ráfaga de recuerdos pasaron por mi cabeza: tenía tantos dulces momentos tan frescos en esa casa que parecía que había estado allí pocos días antes. Pero cuando mi tía me abrazó y me dio esos tres besos de bienvenida descubrí que les había echado de menos más de lo que había imaginado.
Una noche en la cama de mi prima Nele y el primer sábado que madrugo en lo que llevo de año consiguió demostrarme que eso de levantarse temprano tampoco está nada mal, pero cuando te dan los buenos días como me los dieron a mí. Cuando vi a todas mis preciosas primas anonadadas por el cambio que había dado y contentísimas de volverme a ver, no pude contener mis ganas de volver a quedarme allí más tiempo del que me iba a quedar, ¡si es que siempre me pasa lo mismo! Ese mismo día se celebraba el cumpleaños de Boma (abuela en nederlands), y como tal día tan importante, nos reunimos por primera vez en mi vida toda la familia, ¡si es que ya era hora!
Pero entre tantos mayores y niños, no sabía si eso parecía una residencia, una guardería o una universidad. Tras tantísimo tiempo sin estar en contacto con mis primos, ellos me trataron como si fuese normal mi visita en sus vidas, y eso me encantó. Estoy deseando el momento en el que vuelva allí y que se hagan realidad todos los planes que dijimos de llevar a cabo.
Es que no lo puedo negar, Bélgica me puede. Me puede y mucho. Si es que Raúl tiene razón, quien se vuelve más patriótico es el amante de su país que no se encuentra en él.
Y como nunca dejaré de decir, ik hou van jou.

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